Las familias existen de alguna forma en todas las sociedades del mundo. En muchas culturas, la familia es valorada como la institución más importante. Hay muchos tipos de familias y los roles de sus miembros pueden ser diferentes de cultura a cultura. Pero los principios básicos de la familia son los mismos en todo el planeta, y eran los mismos cuando tus antepasados iban a trabajar, criaban a sus hijos, celebraban festividades o rituales y hacían muchas de las actividades diarias que tu haces hoy.
Los vínculos que te unen a tus antepasados pasan por actividades similares. Entender la importancia de la historia familiar es una herramienta valiosa para los niños que pasan por los años más determinantes de su vida. Una encuesta reciente entre adolescentes preguntaba: “¿Si tuvieras que escoger entre ser rico o famoso, qué escogerías?” La respuesta de la mayoría, especialmente entre las jovencitas, fue “ser famosa”. Hoy los medios frecuentemente le dan a los niños la idea de que su identidad está basada en lo que hacen, no en lo que son. Aprender sobre sus antepasados ayuda a los niños a valorar su herencia y lo que son como individuos.
Nuestros antepasados son mucho más que nombres atados a ciertas fechas. Ellos eran personas con alegrías, esperanzas, viviendas, penas y problemas que muy posiblemente influyeron en tu vida y en la vida de tus hijos. Frecuentemente olvidamos cuanto nuestros antepasados pudieron haber luchado y cuanto se sacrificaron. Tu familia fue el instrumento en cuyas bases se estructuró lo que eres hoy. Mira hacia atrás en la historia de tu familia y conoce sus vidas, sus historias. Algunas de esas historias van a tener un gran impacto en la forma en que tus hijos se ven a si mismos y los van a ayudar a entender y a apreciar lo que son y de donde vienen.
Muchas familias tienen la tradición de recordar y contar las historias y las anécdotas familiares. Algunas veces estas son divertidas y algunas veces son tristes; cuentos de tías, tíos, abuelos, bisabuelas, tatarabuelos y otros familiares son contados y recontados de generación en generación; especialmente en los días en los que toda la familia se reúne para celebrar un acontecimiento, jóvenes y viejos van a rescatar los antiguos y polvorientos álbumes fotográficos de algún rincón, las cartas o los recortes de periódico que revelan rostros y lugares capturados en el tiempo. Piensa en compartir esa tradición con tus hijos la próxima vez.
Descubre todo lo que puedas sobre la vida de tus antepasados, incluyendo sus ocupaciones, sus amores y sus hobbies. ¿Cómo era la vida en su tiempo?, ¿ de qué acontecimientos estaba hablando la gente?, ¿cómo era un día típico para ellos?. Comparte con tus hijos historias que revivan el tipo de personas, hombres y mujeres que tus antepasados eran. Explícales como influenciaron tu vida e hicieron la diferencia en sus propias familias y comunidades. Ayuda a tus hijos a reconocer que, como tus ancestros, ellos también pueden convertirse en individuos que influencien a la familia a los amigos y a los colegas por las generaciones venideras.
Mirando hacia atrás a través de las distintas generaciones, puedes encontrar que los talentos de ciertos personajes -para el arte o la música, por ejemplo- siguen vivos en tu familia. Algunas veces, explorar la historia familiar puede ser difícil ya que es posible que descubras cosas sobre tus antepasados que no esperabas o que simplemente no te gusten. Sin embargo, ve la historia de tu familia como un todo con diferentes ángulos, no evites compartir las cosas dolorosas con tus hijos, precisamente, esos son los detalles que le dan vida a tus antepasados y los hacen reales y eso ayuda a tus hijos a reconocer el carácter y los talentos que los hacen únicos y les ayudarán a decidir cuales características adoptarán para que permanezcan entre los miembros de la familia que vendrán después.
En la próxima reunión familiar, encarámate al ático o desciende al sótano para recolectar fotografías, artículos de prensa o momentos especiales que le den vida a tu historia familiar. De hecho, no tienes que esperar hasta la próxima ocasión, muchas familias comparten fotografías relatos y anécdotas en línea. Tus hijos – la próxima generación de historiadores de la familia – pueden estar hambrientos por tomar parte en un intercambio de esa clase y aprovecharlos para aprender y hacer preguntas sobre el legado de tu familia.
Al ritmo de ese pasado que cobra vida a través de las historias y las fotografías que salen a la luz, tus hijos descubrirán que, mientras los amigos pueden ir y venir, la familia es para siempre.

Comments
Post a Comment